1 Cuando David pasó un poco más allá de la cumbre, allí estaba Tziva, el sirviente de
Mefivoshet, quien lo recibió con un par de asnos ensillados y sobre ellos había 200 panes,
100 racimos de pasas,[67] 100 tortas de dátiles y un cuero de vino. 2 El rey dijo a Tziva: "¿Qué
quieres decir con esto?" Tziva respondió: "Los asnos son para que lleven montados a la familia
del rey; el pan y las tortas de dátiles son para que lo coman los jóvenes; y el vino es para que
beban aquellos que desmayen en el desierto.[68]" 3 El rey preguntó: "¿Dónde está el hijo de tu
amo?" Tziva respondió al rey: "El se está quedando en Yerushalayim, porque él dijo: 'Hoy la
casa de Yisra'el me restaurará el reino de mi padre.'" 4 El rey dijo a Tziva: "Todo lo que
pertenece a Mefivoshet es ahora tuyo." Tziva respondió: "Yo me inclino ante ti; encuentre yo
favor en tu vista, mi señor, rey."[Pr 18:13, 17]
5 Cuando el rey David arribó en Ba jurim, salió de allí un hombre de la familia de Shaúl
llamado Shimei el hijo de Gera; y él salió pronunciando maldiciones 6 y lanzando piedras a
David y a todos los sirvientes del rey; a pesar de que todo el pueblo, incluyendo sus
guardaespaldas, lo rodearon a la derecha e izquierda. 7 Cuando Shimei maldijo, él dijo: "¡Vete de
aquí hombre de sangre y hombre de pecado! 8 YAHWEH ha devuelto sobre ti toda la sangre de la
casa de Shaúl, porque tú has reinado en su lugar, pero YAHWEH ha entregado el reino a
Avshalom tu hijo. ¡Ahora tu propia maldad te ha alcanzado, porque tú eres un hombre de sangre!"
9 Avishai el hijo de Tzeruyah dijo al rey: "¿Por qué permites que este perro muerto[69]
maldiga a mi señor el rey? ¡Solamente déjame ir allá y remueva su cabeza!" 10 El rey dijo:
"¿Tenemos algo en común, ustedes hijos de Tzeruyah y yo? Dejen que maldiga. Si YAHWEH le
dice: 'Maldice a David,' quién tiene el derecho de preguntar: '¿Por qué lo estás haciendo?'" 11
Entonces David dijo a Avishai y a todos sus sirvientes: "Miren, mi propio hijo, que vino de mis
entrañas, busca mi vida. Así que, ¿cuánto más este Binyamini? Déjenlo estar, y dejen que
maldiga, si YAHWEH le dijo que lo hiciera. 12 Quizá YAHWEH mire mi aflicción, y YAHWEH
me recompense con bien a cambio de sus maldiciones." 13 Así que David y sus hombres
siguieron de camino, mientras que en el otro lado de las colinas Shimei guardaba el paso con él,
maldiciendo, lanzando piedras y esparciendo polvo sobre el.[70] 14 El rey y todo su pueblo con él
arribaron exhausto s, así que se refrescaron allí.
15 Mientras tanto, Avshalom y toda su gente, los hombres de Yisra'el, vinieron a
Yerushalayim; Ajitofel estaba con él. 16 Hushai el Arki, el amigo de David, vino a Avshalom, y
le dijo: "¡Tenga el rey larga vida!" 17 Avshalom le preguntó a Hushai: "¿Es así como tú muestras
bondad a tu amigo? ¿Por qué no fuiste con tu amigo?" 18 Hushai respondió: "No, pero a quien sea
que YAHWEH y su pueblo y todos los hombres de Yisra'el escojan, yo seré de él; y con él me
quedaré. 19 Además, ¿a quién debo servir? ¿No debía yo servir en la presencia de su hijo? Así
como yo he servido a la vista de tu padre, así serviré en tu presencia."
20 Avshalom dijo a Ajitofel: "Da tu consejo en cuanto a qué debemos hacer." 21 Ajitofel le
respondió a Avshalom: "Entra y acuéstate con las concubinas de tu padre las que él dejó para
cuidar el palacio.[71] Todo Yisra'el oirá que deshonraste a tu padre, y esto fortalecerá la posición
de todos aquellos que están de tu lado." 22 Así que ellos pusieron una tienda en la azotea del
palacio; y Avshalom entró y se acostó con las concubinas de su padre a los ojos de todo Yisra'el.
23 En aquellos días el consejo de Ajitofel era reconocido tan altamente como si alguien hubiera
buscado el consejo de Elohim; así era con el consejo de Ajitofel ambos para David y para
Avshalom.[72]